En los últimos años hemos visto como las grandes empresas de Internet como Apple y Google han pasado a tener una posición dominante en el mercado de Internet móvil y smartphones, dejando relegados a un segundo plano a los grandes fabricantes de móviles como Nokia, Sony-Ericsson, etc.
¿Qué ha pasado para que Nokia, una empresa con una posición dominante, multitud de patentes y muchos años de experiencia haya perdido el liderazgo en un sector que dominaba?
Antes de explicar por qué Nokia ha perdido el liderazgo pasemos a hablar de cómo Apple ha construido su nueva posición.
En enero de 2007 Apple lanzó el iPhone, el producto más rentable de la historia y que cambió la vida de millones de personas. Paradójicamente, Apple tiene una política de I+D mucho más restrictiva que la de Nokia, pero la clave fue que el iPhone no era un logro en una nueva tecnología sino una revolución en la experiencia del usuario en el manejo de terminales móviles.
El desarrollo del iPhone es un claro ejemplo de innovación por combinación. Adaptó su sistema operativo a los móviles, transformó el iTunes para que sea el App Store, combinándolos con el hardware y primando la usabilidad, comodidad y experiencia del usuario en la interacción con el terminal.
¿Qué ha pasado con Nokia?
La compañía ya sabía hace más de una década por dónde iba a ir el futuro de Internet móvil. Frank Nuovo, el director creativo, impartió presentaciones a operadoras e inversores señalando cuál y cómo sería el móvil del futuro.
Siete años antes de que apareciera el iPhone, el equipo de Nokia mostró un terminal con pantalla táctil localizando un restaurante, jugando a un juego y pidiendo una barra de labios. Al final de los 90, Nokia también desarrolló una tableta táctil con conexión Wifi.
Además, la compañía ha gastado 40.000 millones de dólares en investigación y desarrollo durante la pasada década, mucho más que sus competidores.
Sin embargo, ha cometido varios errores determinantes en su política de innovación:
- El primero es el “dilema del innovador” que dice que las compañías pioneras se preocupan tanto de proteger su posición dominante en el mercado que se pierden la próxima revolución que cambiará las reglas del juego. Telefónica es otro caso de este dilema.
- Hasta los últimos recortes, la compañía no se enfocaba siempre en proyectos de desarrollo útiles y prácticos.
- La compañía potenciaba mucho la investigación pero desperdiciaba las oportunidades de lanzar los nuevos productos al mercado.
- Los esfuerzos de investigación se fragmentaron debido a rivalidades internas y estaban en ocasiones desconectados de las áreas de operaciones que llevaban los móviles al mercado. Había diferentes departamentos trabajando en productos que se hacían la competencia.
Todo ello ha hecho que la compañía pierda el liderazgo en uno de los sectores con más futuro y que haya abandonado dos sistemas operativos.
Ahora Nokia tiene una alianza con Microsoft para incorporar Windows Mobile a sus terminales y ha lanzado el Nokia Lumia, que aunque ha tenido bastantes ventas, no son las que se esperaban.
En el futuro veremos a Nokia volver a redimensionar la empresa para adaptarse a su nueva posición en el mercado. Tendrá que tener una estructura más pequeña, una mayor capacidad para transformar las ideas en productos y una mayor coordinación entre los departamentos de investigación y desarrollo, operaciones y desarrollo de negocio.