La semana pasada conocimos que la red social por excelencia, Facebook, va a comprar la empresa de mensajería móvil WhatsApp por 19.000 millones de dólares en efectivo y acciones.
La combinación del envío de mensajes con la interacción social han hecho de WhatsApp la plataforma ideal para el envío de fotos, mensajes, videos, imágenes, etc.
En un post sobre los efectos de red en los negocios digitales comentábamos que en muchas redes sociales el atractivo de unirse a la red es mucho mayor cuando la red social ya tiene una base de usuarios grande con la que conectarnos.
Este fenómeno, que se conoce como efectos de red, no sólo aumenta el atractivo para unirse a la red sino que hace más difícil que los usuarios cambien una red social por otra. ¿Nos imaginamos dándonos de baja de Facebook para registrarnos en otra red social haciendo los contactos de nuevo, añadiendo otra vez la información, los álbumes de fotos, las aplicaciones, etc.?

Teniendo en cuenta que WhatsApp tiene más de 450 millones de usuarios en todo el mundo y los efectos de red que hemos comentado, la operación de compra parece lógica. Facebook intentará monetizar esa gran base de usuarios de WhatsApp subiendo la suscripción, con servicios de voz, insertando publicidad en un futuro o incuso prestando servicios de acceso a Internet a los usuarios.
Pero ¿Y si esas estrategias de monetización provocan una huída de usuarios de WhatsApp? ¿Y si esos efectos de red que hacen el coste de sustitución por otra plataforma muy alto no están presentes en WhatsApp?
Pues parece que en las aplicaciones móviles los efectos de red pesan menos que en el desktop, ya que no es necesario construir otra vez tu red de contactos porque están en tu agenda. Además dispones de tus galerías de fotos en el móvil y puedes enviar notificaciones sin necesidad de emails.
Precisamente debido a que en el móvil las interacciones son más rápidas y sencillas y hay menos información, puede que los efectos de red cuenten menos y sea más fácil cambiar de aplicación. Ya vimos el año pasado como una gran cantidad de usuarios migraron a Line cuando WhatsApp planteó cobrar una suscripción.
Ante estas nuevas reglas del juego que plantea el ecosistema móvil, Facebook ya ha movido ficha para sumar otra buena base de usuarios. Pero ¿Será suficiente con estas operaciones a precios tan desorbitados para mantener el liderazgo en un ecosistema con unas barreras de entrada y costes de sustitución tan bajos? El tiempo dirá.
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