Con el importante aumento del uso de Internet y el comercio electrónico muchas han sido las empresas que se han lanzado a la aventura digital. Particulares y empresas día a día abren negocios en Internet debido a las bajas barreras de entrada y la teórica demanda global que la red aporta.
Sin embargo, algunos de estos proyectos no tienen un buen final debido a no haber formulado e implantado una adecuadad estrategia digital.
Clásicos ejemplo como Boo.com, una compañía británica de comercio electrónico de ropa fundada por tres emprendedores suecos que comenzó su andadura en otoño de 1999. Un agresivo plan de crecimiento con aperturas simultáneas en varios países europeos y un sitio Web muy pesado y con mucho contenido en Javascript y Flash hicieron que la compañía entrara en suspensión de pagos en mayo de 2001 con 180 millones de dólares invertidos.
Aunque se han cometido muchos errores, a continuación citamos los más fundamentales y repetidos:
- Sobreestimar la velocidad a la que el mercado adopta las innovaciones en Internet. Este error es el más importante ya que supone pensar que los mercados digitales van a sustituir con rapidez a los clásicos.
- Errores de timing: Lo vimos cuando aparecieron los primeros sitios de descargas digitales sin que la banda ancha estuviera disponible universalmente.
- No es suficiente copiar, es necesario diferenciarse.
- Modelo de negocio mal pensado. Por ejemplo, los sitios que ofrecen mucho contenido gratis y esperan obtener ingresos de servicios extra.
- Mala estimación de la demanda. Antes de abrir cualquier negocio digital es necesario hacer una correcta estimación de la demanda digital a través de patrones de búsquedas, tendencias, informes sectoriales, etc.
- Mala definición estratégica. Malas decisiones sobre los mercados objetivos, diferenciación de precios y productos, etc.
- Mala implementación. Problemas con el servicio de atención al cliente, la usabilidad, conversión y rapidez de la Web.
Internet ha abierto la puerta a multitud de modelos de negocio que antes eran impensables. Los medios digitales ofrecen multitud de oportunidades a las clásicas empresas y a los nuevos emprendedores.
Sin embargo, no por el hecho de tener un negocio en la red significa que vayamos a tener éxito. Es necesario hacer un correcto planteamiento estratégico que parta de un análisis interno (recursos y procesos internos) y externo (análisis de la demanda, ventajas competitivas, análisis de la competencia) para poder identificar los objetivos y definir la plataforma, el mercado, el producto y el modelo de negocio adecuado.
Por lo tanto, la clave del éxito está en la correcta definición e implantación de la estrategia digital.
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